Sí, muchas veces pasa, tienes ganas de explotar, estás cabreada, aunque no sabes porque, tienes ganas de expulsar esa ira que te impide ser feliz en ese momento, y empiezas a tirar todo por los aires, te da igual si lo rompes, si te haces daño, tanto te da. pero, llega un momento en el que ya te sientes liberada, y sin sentido alguno, rompes el lágrimas porque no puedes más. Te sientes mal, la persona en la que pensabas que podías confiar te ha defraudado, y no sabes que hacer. Pues, normal que te duela, pero sigue adelante, y busca con más esfuerzo a alguien que sí merezca la pena querer y poder tener como amigo, pero un amigo que te quiera de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario